Ricardo quería trabajar en Audi, pero un policía lo mató

San Pedro Cholula, Pue.- Un camino de pétalos y confeti blancos acompañaron el trayecto de Ricardo Cadena a su último destino. La música del mariachi no dejó de sonar.

Por miedo se esconde amigo de joven asesinado en CholulaSuspenden a 4 policías por asesinato de joven en San PedroExigen investigar a 4 policías por asesinato en San PedroFamiliares, amigos y curiosos dieron el último adiós al joven que aspiraba a trabajar en la empresa armadora de autos Audi cuando terminara la preparatoria y que era amigable y respetuoso, como lo describe su padre, don Fernando. Un disparo en la cabeza del arma de un policía cegó su vida. 

Llanto y dolor, pero principalmente la exigencia de justicia convirtieron al cortejo fúnebre en una suerte de manifestación que terminó en el Palacio Municipal de San Pedro Cholula, en cuya puerta fue colocada una corona de flores en recuerdo de Ricardo y en testimonio de su inconformidad.

La exigencia se escuchó resonante, los familiares no quedaron satisfechos con la explicación oficial y esperan que se castigue a los demás responsables –al parecer policías-, por complicidad, de la muerte de Ricardo.

El cortejo fúnebre partió alrededor del mediodía, salió de la vivienda de la familia Cadena y avanzó a la Capillita de Guadalupe, cercana al domicilio, donde se realizó una misa de cuerpo presente.

Jóvenes adolescentes, compañeros de escuela, vecinos, se reunieron para expresar su respaldo a la familia. La caja blanca que contenía el cuerpo de Ricardo salió y entonces comenzaron las porras.

Los adolescentes, en los que se reflejaba el rostro aún con rasgos de niño de Ricardo, portaron cartulinas con el texto de su dolor “Justicia para Ricardo”, “¡Asesino de cuello blanco”, “No queremos policías corruptos, lo que queremos es un gobierno justo”, “Los policías no sirven en esta zona”.

Avanzó el cortejo por las calles del barrio de Jesús Tlatempa. Sobre los hombros de familiares y amigos que se intercambiaban por lapsos, el féretro llegó a la parroquia local, donde se hizo una parada.

A ritmo de “la víbora de la mar” la caja fue arrullada mientras muchachos la rodearon y dieron vueltas en círculos en señal de despedida al amigo que se fue, que les fue arrebatado.

Una grúa de servicio particular que iba abriendo paso hizo sonar su sirena intermitentemente, el sonido lastimero que advierte una tragedia se convirtió en otro acompañante del cortejo.

Después de un largo trayecto, el cuerpo llegó al panteón municipal de Tlatempa donde una excavación ya lo esperaba. Previo a su ingreso se volvió e escuchar la exigencia: “justicia, justicia”.

Llanto y dolor, durante el descenso del cuerpo. Los padres de Ricardo con el evidente peso de la tragedia sobre sus hombros, rompieron en llanto, también los amigos, familiares. Todos lo conocían, a todos les duele la ausencia. 

Después del entierro, la molestia llevó al cortejo a las puertas de la Presidencia Municipal; “esto no se puede quedar así”, señalaron.

Una gran corona de flores fue colocada en el acceso municipal, la acompañaron cartulinas con sus quejas y se derramó tierra. Es la advertencia de que el caso no se olvidará. Han adelantado que las movilizaciones para exigir justicia seguirán. 

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