Celebra iglesia el Domingo de Ramos y da inicio a la Semana Santa

Tehuacán, Pue.- El Domingo de Ramos marca el inicio de las festividades de la Semana Santa y es recordado por la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, antes de los hechos narrados en los evangelios que culminan con la muerte y resurrección de Cristo, así lo estableció el obispo de Tehuacán Rodrigo Aguilar Martínez.

Une Domingo de Ramos a mixtecos de Puebla y Nueva York Esperan 200 mil visitantes en San Salvador El Verde por Semana SantaEn la homilía de bendición de Palmas dijo que vale recordar que es en la Semana Santa donde se conmemora la serie de acontecimientos y los milagros realizados por Cristo desde sus últimos días y es justo desde la entrada triunfal a Jerusalén que marca esta semana, por lo que para los católicos el Domingo de Ramos es el primer día de la Semana Santa.

Efectivamente, dijo, la Semana Mayor es la semana más importante de la fe cristiana, incluso más que la Navidad. Esto no significa desprecio de la Navidad, sino que la Semana Santa da horizonte a la Navidad. En otras palabras: Jesucristo es el hijo de Dios hecho hombre, que nace para culminar su misión con la muerte en la cruz y su resurrección al tercer día.

Es pertinente recordar -señaló el jerarca católico- que todos los ritos variados que hay a lo largo de la Semana Santa están orientados a unirnos a Jesucristo, a contemplarlo con la mirada fija, con el corazón encendido, con la voluntad de estar con él, de seguirlo por el mismo camino de muerte y resurrección.

Asimismo, refirió que se puede celebrar de muy diversas maneras la Semana Santa: Una primera es totalmente de vacaciones, olvidándose de participar en las diversas celebraciones religiosas. Es una manera ajena a la condición de quien quiere vivir su fe.

Una segunda manera, no tan negativa como la anterior, pero que se le asemeja, es asistir a las celebraciones con actitud de turista, espectador que disfruta, critica las escenas, si acaso a ratos podrá conmoverse y derramar alguna lágrima, pero de manera pasajera, pues continúa luego su mismo estilo de vida.

La manera adecuada es participar involucrándonos en los hechos: Jesús padece, es azotado, carga con la cruz, es crucificado y muere para nuestro bien, para cancelar nuestros pecados. Pero no es una muerte heroica y basta. Resucita venciendo a la muerte.

Con Jesús estamos llamados a padecer, cargar con la cruz, morir a nuestros pecados y resucitar a una vida nueva, de verdad, de bien, de solidaridad.

Como ya es costumbre, en la mayor parte de las iglesias católicas es común que se vendan ramos de palma, mismos que son bendecidos durante la misa.

Sobre las palmas benditas, se tiene la creencia que si se colocan en la puerta de las viviendas se ahuyenta a los malos espíritus. O bien, si las personas tienen un gran problema, bien lo pueden solucionar al quemar el ramo para solucionar todos los males.

Una costumbre actual consiste en que luego la misa se acostumbra a llevar las palmas benditas al hogar para luego colocarlas detrás de las puertas en forma de cruz. Esta creencia es como una forma de recordar que Jesús es el Rey, y ante esta jerarquía es que debe siempre dársele su cordial bienvenida en las casas.

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