El Viernes Santo participarán 116 engrillados en procesión de Atlixco

Atlixco, Pue.- Los engrillados de Atlixco se acercan a la recta final, que es la preparación para participar en la procesión del Viernes Santo, evento que resalta por la colocación de espinas y la carga de pesadas cadenas, tradición en la que este año participarán 116 fieles.

Jaime Garcés, encargado de los engrillados, mencionó que a la lista del año pasado se han sumado ocho participantes más.

“Vamos a empezar otro año, de nuevo se unen otros nueve engrillados nuevos que acaban de venir de varias partes. El año pasado fueron 108, con estos ocho serían 116”, precisó.

Desde el mes de enero empiezan a prepararse, leen la biblia y se privan de algunos alimentos y bebidas, principalmente alcohol.

“Ya estamos por terminar, ya nada más nos quedan cuatro domingos, ya se va a acabar la preparación, que no comamos lo que no debemos comer, sí comer pero no comer otras cosas que no debemos, cambiar otra cosa por unas que sí podamos como pescado y pollo, también nos vamos a confesar”.

Muchos de los engrillados son migrantes, ofrecen su sufrimiento a cambio de poder pasar la frontera. “Viene mucha gente de varias partes de México, de Estados Unidos, de Guadalajara, yo les pido a los muchachos que sigan el ejemplo que no dejen esto, aunque que yo no esté algún día, sigan, es la fe que nos ha dado buena vida, nos ha socorrido”.

Los engrillados parten el día 18 de abril desde la iglesia de San Francisco y tras un largo recorrido bajo los rayos del sol, concluyen en la misma iglesia.

Engrillados

Desde hace más de 100 años -calcula Jaime Garcés- los engrillados marchan por las calles del centro de Atlixco.

Inicialmente participaban solamente en el atrio de la iglesia de San Francisco, después decidieron hacer el recorrido más largo, por lo que salieron a la calle y fueron vistos por toda la gente. De alguna manera fue un gran paso porque a estas personas se les consideraba como pecadores”.

Se sabe que el primer engrillado fue Jorque Muñoz, apodado El Becerro, de oficio panadero. Él decidió salir de engrillado porque decían que lo azotaba el muerto y para impedir que lo siguiera haciendo, ofreció el sufrimiento a cambio del perdón.

A decir de don Jaime, salir de engrillado sí funcionó pero ese compromiso lo cumplió por 50 años.

Ahora la tradición y la fe continúan bajo el mando de Jaime Garcés, quien ahora tiene una enfermedad terminal y ruega porque con él no se termine la tradición.

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