Jóvenes de Izúcar prefieren migrar que integrarse a la Policía Municipal

Izúcar de Matamoros, Pue.- Los altos niveles de inseguridad y la incidencia delictiva en este municipio, ahuyentan a los jóvenes de las filas de la Policía Municipal, pues prefieren migrar que combatir la delincuencia.

Cierra Izúcar el año con saldo rojo a manos de la delincuenciaEn intento de robo, asesinan a una mujer en un mercado de Izúcar La convocatoria está abierta, los carteles pegados para los interesados, lo malo es que nadie está interesado, existen 32 vacantes para ocupar el puesto de policía municipal, pero la delincuencia y la violencia han crecido tanto que nadie está interesado en ocupar estos puestos a pesar de tener algunas prestaciones y un salario estable.

Los jóvenes no tienen interés en ser policías, caminan por las calles, algunos regresan de Estados Unidos y consideran que es preferible ir a buscar el sustento con menos “peligros” y eso que cruzar la frontera de “mojado” o por el desierto es sin duda una actividad bastante peligrosa.

De conformidad con lo establecido en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de la Ley de Seguridad Pública del Estado de Puebla, convocan a los jóvenes entre 18 a 30 años de edad a ser policías municipales.

Otro problema que enfrenta el área de seguridad pública es que no hay muchos jóvenes en el municipio, incluso es precisamente esa edad de 18 a 30 años los que se van en busca del sueño americano.

Las vacantes continúan vacías, son pocos quienes se interesan en participar pero aun así no aseguran permanecer, todavía tienen que pasar una serie de exámenes como los toxicológicos y examen de confianza, entre otros.

La inseguridad que se vive en este municipio es de los problemas más recurrentes. Esta misma semana un motociclista asesinó a una mujer con un impacto de bala en la cabeza, sin que hasta el momento se tengan detalles de su paradero.

Los robos a transeúntes, cristalazos y robos a casa habitación, entre otros, son lo más recurrente en el municipio y aunque los pobladores se quejan constantemente de esta situación, las autoridades municipales no han podido frenar la creciente ola delictiva.

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