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Sábado, 20 de Abril de 2024

La violencia aprendida con la Migración

21 Mayo, 2015
Érika Nieto

Los últimos lamentables acontecimientos donde los casos de bullyng aumentan considerablemente o el de menores asesinando menores, obliga a una reflexión sobre lo que está sucediendo al interior de las familias mexicanas.

Y es que el aumento en el fenómeno migratorio en México hacia Estados Unidos también ha tenido sus variantes provocando que no solo sea el género masculino el que emprenda éste difícil viaje sino que ahora son las mujeres, incluyendo a madres de familia y niños quienes encuentran en la migración una alternativa para alejarse de sus problemas económicos.

Lo anterior ha generado familias monoparentales en las que ya sea el padre o la madre se quedan solos a atender a los hijos y a trabajar al mismo tiempo provocando un descuido en la educación y atención de los menores, mientras el otro padre se va al vecino país del norte en busca de su sueño americano.

En algunos casos ya se observa la ausencia de ambos padres y los menores quedan a cargo de algún familiar de menor grado donde no tendrá ni el mismo cuidado ni la misma atención, siendo más vulnerables a influencias externas.

Alivio migratorio no es para delincuentes indocumentados

En la década pasada fue muy evidente la influencia que tuvieron aquellos jóvenes que después de permanecer algunos años en la unión americana fueron deportados hacía México y generaron una ola de “pintas” después denominadas “graffitis” en las comunidades que habitaban.

Sobre todo porque la mayoría de los deportados habían vivido en lugares como East LA (el este de Los Ángeles, California), algún barrio en Queens, Nueva York, o en zonas como La Villita de Chicago, Illinois, donde aquellos adolescentes y jóvenes de mediana edad que decidían no trabajar se adherían a alguna pandilla de la zona donde aprendían no solo a “grafitear” las paredes de puentes y algunos negocios de barrios hispanos sino que también adoptaban vicios y conductas agresivas o ilegales.

Al ser deportados por la autoridad migratoria estadunidense traían consigo sus vicios y conductas destructivas que eran aplicadas en su propia comunidad y enseñadas a su vez a sus familiares, amigos y vecinos de las mismas edades, convirtiendo sus pueblos o colonias de origen en áreas de riesgo para la integridad de sus habitantes.

Por ello cuando el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama anunció a finales del año pasado su propuesta de Alivio Migratorio dejó muy claro que aquellos indocumentados que cuenten con antecedentes penales serán deportados a su país, porque la propuesta migratoria solo está dirigida a aquellos que respeten la ley y cumplan con sus obligaciones fiscales y sociales.

Lamentablemente se forma un círculo vicioso cuando estos jóvenes o adolescentes regresan a México pues no logran obtener un trabajo ante la imagen que les deja haber estado en una pandilla, como son los tatuajes, aretes, conductas agresivas o una vestimenta que no es abiertamente aceptada en algunas empresas.

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