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Martes, 16 de Abril de 2024

Fuga de cerebros, la otra migración

8 Octubre, 2015
Érika Nieto

La situación laboral en estados como Puebla ha generado que desde hace varios años egresados no solo de nivel secundaria o preparatoria tomen la determinación de contratar un “pollero” para que los ayude a cruzar la línea fronteriza del norte en busca de una oportunidad real para salir adelante y tener un futuro promisorio, sino también los egresados de universidades que, cansados de buscar empleo deciden dejar sus estudios atrás por irse a ganar dólares por hora.

Hace algunos años tuve la oportunidad de conocer a una joven poblana recién egresada de la Universidad de las Américas en un vuelo rumbo al aeropuerto JFK de la ciudad de Nueva York que  seguía a su novio quién meses antes había viajado a territorio norteamericano porque en México no encontraba trabajo después de egresar también de la misma institución.

Allá en Manhattan, el novio la esperaba ya con un trabajo en una tienda departamental, según me comentó durante nuestro viaje en el avión. Con pasaporte y visa de turista en mano la joven iba con el objetivo de hacer residencia en la Unión Americana porque vivir en Puebla no le era productivo.

De igual forma, profesionistas que han perdido su trabajo o que ven que la llegada de los 30 años de edad empieza a cerrarles las puertas de las empresas para obtener cargos de acuerdo a su experiencia laboral toman la decisión, casi obligada, de buscar en otros estados o en otros países puertas donde les sea reconocido su amplia preparación laboral y académica sin importar su edad.

Indocumentados con visa y pasaporte

De ahí que el periodista Jorge Ramos argumentara hace unas semanas que la idea del multimillonario Donald Trump de cerrar la frontera con México a través de la construcción de un gran muro es errónea pues un amplio porcentaje de los indocumentados entran inicialmente con visa y pasaporte en mano pero con la firme convicción de buscar el “sueño americano” quedándose indefinidamente en territorio americano.

En dicha información basada en un estudio del Pew Research Center se hacía notar que aproximadamente el 45 por ciento de los indocumentados ingresaba vía aérea con visa y pasaporte y después perdía la vigencia de dichos documentos. 

Los estudios del Pew Hispanic Center aseguran que para 2006 había casi 12 millones de indocumentados de los cuales 4.5 millones habían ingresado a Estados Unidos vía aérea o por la línea de manera legal con visa de turista con la Border Crossing Card o la tarjeta de cruce fronterizo que les otorga un tiempo determinado para entrar y salir del país.

Y un porcentaje importante son jóvenes en edad escolar o productiva que no encontraron una oportunidad de trabajo que les asegure un buen futuro en su propia comunidad.

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