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Jueves, 25 de Abril de 2024

Entre el sueño americano y la pesadilla mexicana

22 Enero, 2015
Érika Nieto

Hace unos días se emitió el discurso del Presidente de los Estados Unidos Barack Obama durante el evento anual denominado “Estado de la Unión” y con él quedó reflejada una más de las razones por las que la migración hacia la Unión Americana, por lo menos de mexicanos, será difícil de detener.

Y es que el mandatario lanzó un reto a los integrantes del Congreso para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de ese país y una de sus propuestas fue aumentar el salario mínimo a 15 dólares por hora.

En México simplemente no podemos competir contra esos beneficios laborales, mucho menos cuando recientemente se aprobó un aumento al salario mínimo de un 4.2 % quedando como máximo en 70 pesos con 10 centavos en algunas áreas geográficas del país, lo que representa poquito más de 5 dólares el día, no la hora, el día.

Sin contemplar que el nivel de desempleo en México llega a límites alarmantes, y ni hablar de Puebla donde el actual gobierno se ha encargado de incrementar día con día el desempleo al despedir continuamente a cientos de personas tan sólo en Gobierno del Estado.

A pesar de que el gobierno de Estados Unidos amenaza con incrementar notablemente la seguridad en la línea fronteriza con México y de que las muertes de migrantes no cesan, lo cierto es que un porcentaje importante de hombres y mujeres que encabezan una familia ven en la propuesta de algún “pollero” la alternativa para encontrar un trabajo con una paga mejor aunque esto implique arriesgar su vida.

Otra de los llamados del Presidente norteamericano Barack Obama durante sus palabras en el Congreso fue la de ampliar la cobertura de educación y salud gratuita en zonas comunitarias donde, generalmente, habitan paisanos indocumentados.

La promesa además es, disminuir los impuestos a quienes menos ganan y aumentar para los que rebasan sus ingresos en 500 mil dólares al año. En México y en Puebla, principalmente, las autoridades se han encargado de inundar de impuestos a quienes buscan abrir apenas un pequeño negocio, luego de haber sido despedido.

Mientras aquellas “personalidades” que ganan grandes cantidades de dinero y hacen importantes negocios libran con tan solo “buenas relaciones” su cumplimiento a las autoridades tributarias. Y ni hablar de políticos que ya se ganaron el mote de “chapulines” que sólo ven la cantidad de ceros en su próximo cargo con la confianza de que sólo habrá que seguir una dinámica muy sencilla, la de levantar un dedo aprobando lo que se le indique.

Así las diferencias en ambos estilos de gobernar y de las razones de que por más trabas y peligros que implique la migración hacia el norte, miles de mexicanos no cesarán en sus esfuerzos por lanzarse en busca del “sueño americano” porque el mexicano cada día es más una pesadilla.

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