¿Qué hacer cuando no hay remedio?

Hay muchos problemas que no tienen solución. Ya sea porque nadie sabe qué hacer o porque hay demasiados intereses involucrados, o porque hay tantas cosas que pueden salir mal que no hay modo de asegurar resultado satisfactorio. Dos buenos ejemplos son la corrupción mexicana y la mala calidad de nuestra educación tanto pública como privada. Pero hay muchos más.

Son problemas sin solución porque no hay nada que el gobierno pueda hacer, no hay ley que promulgar, ni dependencia que crear, que permita decir “ya con esto se va solucionar el problema”. Conformarse con “algo es algo” es aceptar que el problema es insoluble. Así ha sucedido con las constantes reformas educativas y los esfuerzos anticorrupción, reales o retóricos, de los presidentes sucesivos, desde MMH hasta EPN,

Pero una cosa es aceptar que no hay remedio y otra muy distinta es resignarse a que no hay nada que hacer. Aunque no haya remedio, hay mucho que hacer. Gabiel Zaid propuso el domingo pasado, en el diario Reforma, lo que él llamó 'Saneamiento gradual' para combatir la corrupción gubernamental y empezar a establecer el estado de derecho en México. El Saneamiento Gradual propuesto por Zaid no es una versión 'algo es algo' que implique un cambio mínimo en todo el país sino una reforma total en una parte mínima. Algo así como poner embriones que pueden crecer en lugar de manitas de gato destinadas a fracasar (El texto de Zaid puede encontrarse en la página de Letras Libres aquí). (http://www.letraslibres.com/blogs/articulos-recientes/saneamiento-gradual)

En educación hemos visto una reforma tras otra, impulsadas desde la presidencia de la república y frenadas por el sindicato y los gobiernos de los estados. Nada garantizaba que las cosas mejorarían si las reformas se consolidaban. Los mejores esfuerzos: el programa de escuelas de calidad, la creación del INEE, la prueba Enlace, la descentralización educativa, quedaron en “algo es algo” en el mejor de los casos. Pero la educación mexicana no avanza de acuerdo con las evaluaciones PISA. La reforma actual impulsada por EPN, ya lo estamos viendo, está atorada y saboteada.

Para aplicar la idea de un 'Saneamiento gradual' en la educación mexicana podemos pensar en crear embriones: escuelas, unas pocas, cuyo nivel educativo compita con las mejores del mundo. Todo lo que se necesita es: mucho presupuesto para contratar maestros, pedagogos y asesores internacionales sin que el sindicato intervenga, y que la SEP los deje trabajar en paz, que los deje establecer sus propios currículos y hacer lo que quieran.

Una o dos escuelas por estado no se sentirán como amenaza para los intereses establecidos y a la vuelta de tres años podrán mostrar lo que pueden alcanzar. Los posibles logros de estas escuelas se difundirán inevitablemente y empezarán a modificar las expectativas de la sociedad. A la larga podrían derrumbar el podrido edificio de la educación mexicana.

Además de la educación y la corrupción, otros problemas mexicanos sin solución para los que se puede pensar en embriones de saneamiento gradual son: la cultura de tirar basura en la calle, la cultura de no respetar las reglas de tránsito, la cultura de no crear cohesión social, la violencia contra las mujeres, la autodenigración mexicana, el desprecio por las artes en general, y un largo etcétera.

Twitter: @memohinojosa

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